Cata de vinos
En el San Isidro de 2005, un grupo de jóvenes del pueblo presentó al resto de la comunidad el vino que ellos mismos habían elaborado acompañado de un aperitivo. Este vino se llamaba “Torrobal”, por ser el término donde se halla el tempranillo de Emilio Simón que se utilizó en la elaboración. Desde entonces, sin haberlo buscado, habían creado la escusa perfecta para generar una celebración más en el pueblo. De esta forma, se estableció de manera inamovible la ya querida “cata de vinos”, en la que todos los años a mediados de agosto los habitantes de La Villa se reúnen en la Encinera (la calle de las bodegas) para beber vino -principalmente creado por personas del pueblo- acompañado de distintos embutidos, escuchar música y compartir buenos momentos con la gente, dejando de lado las diferencias generacionales.